Hablamos del 5G, ¿por qué necesitamos esta nueva cobertura?
Hoy en día son muchos los usuarios que pueden beneficiarse de una cobertura 4G pero la realidad es que todavía existe una amplia desigualdad territorial en lo que se refiere a este servicio.
29/03/2016
Es curioso que no se haya terminado de implantar el 4G mientras que ya se ha puesto el foco en la próxima evolución: el 5G. Por ahora sólo es un concepto teórico sobre el que se investiga y se teoriza, pero, ¿por qué se necesita una nueva evolución de la red tan próxima a la implantación de la reciente 4G? La respuesta es simple, en 2020 se espera que haya 30.000 millones de dispositivos conectados y la red que existe actualmente no podrá soportarlo.
La Unión Europea prevé invertir hasta 700 millones de euros en el 5GPPP y podría recibir otros 3.000 millones del sector privado. Las empresas del sector tampoco se quedan rezagadas y ya se están adelantando a este fenómeno, como Huawei que ha anunciado que en 2018, coincidiendo con el Mundial de Rusia, sacará al mercado un prototipo con tecnología 5G.
La realidad es que el Long Term Evolution (LTE) es a día de hoy una realidad y nuestra sociedad continúa evolucionando hacia la transmisión constante de datos y la conectividad completa de todos los terminales. Desde la unión de un Smartphone con los electrodomésticos a conseguir conexiones en todos los transportes de forma continuada, sensores para las Smart Cities o la expansión del uso de drones.
Por todo esto, el 5G está llamando a nuestra puerta. Recientemente, en el Mobile World Congress de Barcelona se han podido conocer las tendencias tecnológicas que estarán de moda durante los próximos años. Vídeo online, realidad virtual y hologramas son algunos de los proyectos que necesitan alta velocidad y baja latencia, claves del 5G.
Todavía no es un estándar, pero ya se han definido una serie de premisas básicas:
– Ser capaz de proporcionar una transmisión de datos de 1 Gbps (10 veces más rápido que el 4G).
– La latencia debe estar por debajo de un milisegundo.
– Debería ser más eficiente en energía que sus predecesores.
– Mayor soporte de dispositivos conectados por unidad de espacio, para lo que se barajan densidades de hasta 100 dispositivos por metro cuadrado.
Es por esto que el 5G no se ve tan sólo como ‘más datos en menos tiempo’ sino que abre un abanico de posibilidades al Internet de las Cosas (IoT) donde será necesario soportar la interacción de millones y millones de dispositivos, ya que se estima un crecimiento exponencial del número de dispositivos conectados.
PARA LOS MÁS TÉCNICOS
El 4G usaba frecuencias bajas, entre 800MHz a 2600 MHz, sin embargo, el 5G usará bandas con frecuencias más elevadas, de 26 a 38 GHz. Dichas frecuencias tan altas suponen un problema para preparar el espectro y la penetración de la señal en edificios. A su vez cabe esperar que los terminales mejoren sus baterías y su tecnología para alcanzar bandas tan elevadas de frecuencia. Para que todo esto sea posible, es muy importante que el operador tenga una red de transmisión capacitada para ello, algo que todavía es lejano.
CENTUM ha colaborado con uno de los principales operadores de España. Uniendo el espectro del operador (necesario para que las redes no se saturen y para dar mayor velocidad) en las 3 bandas 800Mhz, 1800Mhz y 2600Mhz, con ancho de banda de 20Mhz y con una modulación de 256 QAM, se logró alcanzar un récord de velocidad de 4G con más de 500Mbps. Esto se realizó con un terminal prototipo de 4G de Qualcomm.
Fuente: http://centum.com/?p=1095